Cosas que me interesan
- Notas sobre Cine
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Cine y Series | |
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American Beauty: Una aproximación
- Pétalos vs Rosas
Hace unos días, al pasar frente a un cine que proyectaba “American Beauty”, retrasé un poco el paso para volver a ver alguna de las escenas congeladas en las fotografías de la puerta (Escena esta bastante rara ya que cada vez hay menos cine con “puerta a la calle”). Viendo estas imágenes volvió a mi mente un tema que había quedado “flotando”, el asunto de los pétalos. Tanto en las fotos como en el afiche publicitario predomina el color rojo, de las rosas. Afiche: Sensual cuerpo femenino, cruzado por una rosa. |
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Foto1: (la que acompañó cuanto artículo apareció sobre la película en los suplementos de espectáculos) Kevin Spacey sentado en el sillón y Annette Bening parada atrás. En primer plano el jarrón lleno de rosas. Foto2: (que no es tan representativa del desarrollo de la trama, pero que resulta atractiva a los hombres que se acercan a ver de que trata la película) Mena Suvari en la bañadera (¿o en este caso es bañera?) llena de pétalos de rosas. Kevin Spacey que no le dan los ojos para disfrutar de la imagen. |
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Los pétalos La primera vez que los vemos aparecer brotan sorpresivamente del buzo de Angela, “la amiguita de la nena”, justo cuando estaba por mostrar sus pechitos juveniles en la imaginación de un embobado y degenerado papá Lester (Esta escena arrancó muchas risas en la función en la cual la vi, a pesar del peso de su contenido). ¿Qué función cumplen los pétalos? Los pétalos solo aparecen en la imaginación de Lester, y allí siempre cumplen la misma función: la de ocultar la desnudez de Angela. Si recordamos que el personaje de Annette Bening se la pasa cultivando y poniendo rosas en el/los jarrón/es que cada tanto vemos en la casa, resulta inevitable pensar que lo que lo separa a él de la desnudez de Angela (en la fantasía, por supuesto) no es otra cosa su mujer. Ahora bien, ¿Miedo a su mujer o un rastro de fidelidad? Es obvio que la mujer que tiene al lado no es la que quiere, pero si la que quiso. De hecho en medio de su “transformación” Lester trata de despertar en ella a la Carolyn de cuando acababan de casarse. Cuando Lester está por consumar lo que era su fantasía (sexo con la chica que lo tiene loco) se detiene. Finalmente tiene a su alcance el objeto de su deseo todo para si. ¿Qué ocurre? Cuando ella le confiesa que es virgen ¿Surge en él un destello de moralidad que hasta ahora había estado perdido? (Porque, después de todo, ¡es la amiga de su hija!). ¿Se detiene porque ahora faltan los pétalos? |
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En este aspecto hay quienes sugieren que los pétalos están más bien asosciados con la oculta virginidad de ella, pero... ¿por qué dejar tan en claro que la de las rosas es la esposa?. Y además, ¿él sueña con que ella es virgen? Porque en definitiva los pétalos están solo en la cabeza de Lester. |
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Quizás más bien lo que él desea más que a la chica son esos pétalos dispersos, desordenados, libres, en contraposición a las rosas perfectas (ya lo han dicho los vecinos gay, su jardín tiene las mejores rosas) del tamaño perfecto, dispuestas perfectamente en su jarrón en el lugar perfecto. Quizás lo que él desea es volver a tener algo que perdió, a la mujer con la que se casó, esa mujer como era antes de quedar atrapada dentro de tantas imposiciones, sociales , cotidianas, laborales, personales... Los pétalos vs la rosa. Quizás lo peor de todo sea que en realidad lo que él busca es liberarse de su esposa, y tener una aventura, con la que fuera su mujer. Nota: Para seguir pensando... El rojo se convierte en el color dominante de lo que le ocurre a Lester: las rosas y los pétalos, el auto que siempre quiso tener es rojo, en el nuevo trabajo usa una gorra roja, lo última vez que lo vemos está rodeado del rojo de su sangre. ¿A qué apunta esta continuidad estética? |
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Sergio Alberino |
Cine y series: ¿Por qué hacer una película de una serie?
El cine se nutre de múltiples fuentes. En los últimos tiempos nos encontramos con varias películas basadas en dibujos animados (por ejemplo: “los picapiedras” (The Flintstones, 1994 y posteriores), o más recientemente “Meteoro” (Speed Racer, 2008)), y otras tantas que vienen del mundo de los videojuegos (“SuperMario Bros”, “Resident Evil”, “Alone in the Dark”, “Final Fantasy”)
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Un caso particular dentro de esta categoría quizás sea el de “Fuego camina conmigo” (Fire walk with me, 1992), la película de Twin Peaks, cuya acción transcurre antes de que se den los hechos que inician la serie (en particular, antes de la muerte de Laura Palmer). Dirigida por el excéntrico y genial David Lynch, creador de la serie, la película en vez de completar la trama genera más incertidumbre sobre lo que realmente ocurre en ese pueblito de la frontera de EEUU con Canadá. El salto de formato parece tener lógica cuando una serie alcanza la definición de “de culto”, y el número de fans de la serie justifica la inversión en una película. A estas alturas uno no duda del éxito de taquilla que podría tener una película de “perdidos” (Lost). Ahora bien, el grueso de las “películas de series” no proviene de las series contemporáneas, sino, y particularmente, de las que se difundieron entre los años sesenta y principios de los ochenta. |
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¿Por qué hacer una película basada en una serie de hace más de veinte años? FANATISMO La respuesta no es una sola. Por un lado tenemos una franja de población suficientemente joven como para salir al cine y lo suficientemente adulta como para tener ingresos suficientes que les permita gastar en salidas al cine o alquiler y compra de DVDs. Esta porción de la sociedad se crió viendo estas series y profesa un fanatismo a toda prueba, relacionado con las reminiscencias de la infancia y el recuerdo de la emoción que les producía seguir las aventuras de su héroe favorito.
TRANSFERENCIA CONTRAS EL DESAFIO
Las películas que tratan de seguir a la serie original lo más posible, como se dijo antes, resultan ser un capítulo más largo, especialmente si cuentan con el reparto original. Tal es el caso de la película de Batman de los 60s que reúne en una sola historia a todos los legendarios “Villanos invitados”. O lo que ocurre con la película de 1989 del superagente 86 (Get Smart Again, 1989), un telefilm que reúne a los actores originales de la serie (excepto al jefe, que ya había fallecido). Como ya se dijo solo pueden aspirar a ser vistas por el público propio de la serie. |
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Entre los filmes en los que se ha elegido parodiar a la serie original quizás los más conocidos son los dos de “los Ángeles de Charlie”, especialmente el segundo, donde queda claro que el guión es solo una escusa para tener escenas de acción, humor y chicas lindas (En la serie solo había acción y chicas lindas).
Las que toman la serie como punto de partida para desarrollar otra cosa, generalmente terminan precisamente en otra cosa, es decir: se alejan completamente de la serie. Eso no quiere decir que terminen siendo un fracaso económico, pero ya no se trata de lo que los fans estaban buscando. En estos productos generalmente se aprovecha el gancho de la serie para convocar al público y son las que más defraudan a los fans. Un ejemplo claro es la exitosa saga de “misión Imposible” (Mission: Imposible I,II y III, 1996, 2000 y 2006) que está mucho más cerca de los filmes de James Bond que los del famoso equipo del Sr. Phelps.
CONCLUSION
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Sergio Alberino |
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Mission:Imposible.
Este mensaje se destruirá dentro de cinco segundos, en su sala preferida. Ante la inminente llegada de Mission: IMPOSIBLE, la película, con un amigo nos pusimos a rememorar la vieja serie, y a preguntarnos que era lo que hacía de ella un producto tan particular, ya que era indudable que tenía un estilo propio que no podía confundirse con nada parecido en la televisión de aquella época.
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1) Hay un JEFE. Él es quien elige a los que van a trabajar con él. Él decide cuando y como se va a llevar a cabo el trabajo. Nadie duda de sus órdenes. 2) Los agentes escogidos forman un EQUIPO. Todos dependen de la habilidad de cada uno y cada uno depende del resto. Confían en el otro y en ello les va la vida. 3) Son PROFESIONALES. No presentan sentimentalismos ni discuten entre si. Reciben las ordenes, van, hacen el trabajo y después (con la musiquita típica de la ocasión) se suben a un auto y se van a quién sabe donde. A lo sumo esbozan una sonrisa. 4) Son SUTILES. No hay persecuciones, ni explosiones espectaculares, ni autos chocando. El arte de Mission: IMPOSIBLE es el de hacer creer a las víctimas que ellos son los victimarios. Es jugar en el límite de la mentira. Hacer creíble ese juego, y para ello deben demostrar toda su habilidad.
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Habiendo hecho este pequeño análisis, y estrenado el film, nos internamos en las sombras de un cine a ver lo que Hollywood nos deparaba para ese esperado momento. A esas altura ya habíamos visto, hacía tiempo, los avances de la película y sabíamos que no todo iban a ser rosas. Primero estaba el problema de Tom Cruise: aparecía demasiado. Después, que había muchas explosiones. No pintaba bien. Pero bueno, el director era Brian De Palma, el elenco era interesante (especialmente la aparición del nombre de Jean “el perfecto asesino” Reno) y la música sonaba igual a la de la serie. Error. Si bien al principio hay algo de lo que fuera Mission: IMPOSIBLE, si bien hay un Sr. Phelps y una grabación que se autodestruirá en cinco segundos, y todo eso; también hay una vuelta de tuerca que se convierte en pasada de rosca convirtiendo la película en una de James Bond (sin Pierce Brosnan) donde Tom nos recuerda continuamente cuan lindo y, no por eso menos inteligente, puede ser ( esto no es de extrañar teniendo en cuenta que él produjo la película y por ende es quien pone la plata). Cruise es el protagonista, sin jefe, sin confianza, sin profesionalismo, sin sutileza. Película espectacular, con presupuesto millonario (160 millones de dólares), filmada de verdad en Londres y en Praga, el costo supero las previsiones. La mano del heredero de Hitchcock (De Palma) no se nota (y sino comparar con el clima de Vestida Para Matar, Doble De Cuerpo, o hasta Los Intocables) y la historia pasa sin más pretensiones. Detalle: en algunos cines en vez de los avances pasaban el videoclip, con la versión revisada del viejo tema de Lalo Schifrin (ganador el EMY por la música de la serie al año siguiente de ser emitida por primera vez en los EEUU).
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Otra: "MI: 2 (la venganza)" Bueno, ahora la cosa es distinta. Ya todos sabemos que no vamos a ver misión imposible. Vamos a ver a Tom Cruise, escenarios espectaculares, explosiones, escenas casi imposibles... Conclusión: el Perfecto Asesino está más cerca de la serie Mission: IMPOSIBLE, que las películas de Mission: IMPOSIBLE. Sería interesante que estas películas tuvieran un nombre más adecuado a su contenido, tipo "el espía que me amo y corría por arriba del tren que iba a mil" o "el espia que si se cae de la montaña se agarra con una mano", y que algún día hagan realmente Mission: IMPOSIBLE. |
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Sergio Alberino |
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